El frijol con puerco es uno de los platillos más representativos de la gastronomía yucateca, su origen está envuelto en sencillez y tradición.
Más que un platillo
El frijol ha sido uno de los alimentos más consumidos en nuestro país desde tiempos ancestrales. Este grano ha formado parte esencial de nuestra cocina, y con la llegada de los colonizadores españoles, se introdujo la carne de cerdo, combinándola con los ingredientes locales.
A partir de ahí, surgió una fusión que dio origen a platillos icónicos como el frijol con puerco. Este mestizaje culinario se consolidó en las cocinas yucatecas, donde la carne de cerdo se cocía lentamente junto con los frijoles negros, creando un guiso sustancioso y delicioso.
El platillo de los lunes
¿Los lunes? Así es, al ser considerado un guiso económico y abundante, en Yucatán existe una tradición particular: el frijol con puerco se come los lunes. Esta costumbre, que sigue vigente en muchos hogares, tiene raíces en la vida rural y cotidiana.
Los lunes eran considerados días ideales para cocinar este platillo, ya que después del ajetreo del fin de semana, era común aprovechar lo que se tenía a mano y preparar comidas sencillas pero nutritivas para comenzar la semana.
Tan rico y por supuesto que es nutritivo
Los frijoles negros, base de este platillo, son una fuente rica de proteínas vegetales y fibra, esenciales para una dieta equilibrada. Son particularmente beneficiosos para el sistema digestivo, ya que la fibra que contienen favorece la digestión y ayuda a mantener la sensación de saciedad por más tiempo. Además, los frijoles son ricos en hierro, un mineral vital para combatir la anemia y mantener la energía corporal.
El segundo protagonista de este plato es la carne de cerdo, que añade una dosis de proteínas de origen animal, grasas saludables, así como vitaminas del grupo B, especialmente la B1 (tiamina), que es clave para el metabolismo energético. Además, ofrece minerales como el zinc, que contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunológico, y el hierro, que complementa el que aportan los frijoles.
El frijol con puerco no solo es nutritivo por sus ingredientes principales, sino que también se acompaña de arroz, lo que añade carbohidratos complejos a la ecuación, proporcionando energía de forma gradual. Este acompañamiento hace que el plato sea un alimento completo que puede sostener tanto a trabajadores en el campo como a quienes buscan una comida reconfortante después de un largo día.
Tradición que va de la mesa a la cocina contemporánea
A lo largo del tiempo, el frijol con puerco ha trascendido su origen rural y se ha convertido en un símbolo de la cocina yucateca. Es un platillo que ha sido adaptado en muchas formas, pero que siempre conserva su esencia: una comida casera, sustanciosa y cargada de sabor. Aunque tradicionalmente se ha servido con arroz, salsas picantes, aguacate, cebolla morada, las versiones contemporáneas a veces incluyen embutidos o condimentos adicionales.
Hoy en día, el frijol con puerco es parte de la identidad gastronómica de Yucatán, y sigue siendo una receta que une a las familias alrededor de la mesa, manteniendo viva la tradición y el sabor del pasado.